Es hora de acostarse. Papalobo arropa a su pequeño en la cama, pero esta noche Lobín no se quiere dormir. Papalobo está cansado y hoy ha trabajado mucho. Como esto siga así, ¡va a tener que llamar al lobo feroz!
Artículos relacionados
Otros libros del autor
Vista previa: ¡A DORMIR, LOBÍN!
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Más información o cambiar la configuración.