ROOSEVELT, FRANKLIN D.
Estados Unidos entra en la segunda guerra mundial en diciembre de 1941, más de dos años después de su inicio. Hasta entonces había asumido la vigilancia del área del Pacífico y suministrado armamento en Europa a los aliados. Roosevelt defendió la neutralidad, con ese significativo matiz, mientras que sus mandatos fomentaron el rearme de Estados Unidos en el marco de una industrialización acelerada que siguió a la recuperación económica del New Deal entre 1933 y 1934. De 1942 a 1945 despliega su potencial carismático para el que sería su último reto: conducir al país durante la guerra hasta traer la paz. Esa perspectiva épica ayuda a entender que el Congreso aceptara los términos inciertos de una economía de guerra cuando Roosevelt los presenta en abril de 1942: subida generalizada de impuestos, topes a los precios y a los alquileres, congelación de salarios y de precios agrícolas, racionamiento de bienes esenciales y emisión masiva de bonos de guerra mediante los que la propia ciudadanía financiaría al estado.