SANCHEZ, VICENTE
Me han atraído más las Montañas que las Llanuras, me ha atraído más el Frío que el Calor. Me han gustado más las gentes de las Alturas que las del Valle. Me he sentido más integrado con el personal del Norte que con el del Sur. He confiado más en el Frío que en el Calor. El Calor ablanda las costumbres, aligera los sentimie ntos, enciende las pasiones, incrementa las ambiciones. El Frío en cambio, es una criba que selecciona a las gentes, el aislamiento incrementa los lazos familiares, la solidaridad y las convivencias. En el frío se sobrevive no con el calor natural, se sobrevive con el calor humano. El frío es silencio, el calor hace ruido. ¿África? Si, si, una maravilla, pero y las montañas de Asia y sus carneros?, eso seria increíble ¿Y Alaska? Sus inmensas soledades, sus altísimas cadenas montañosas, los mooses, los osos .... ¡Bueno, bueno, bueno!, ¡eso sería el cielo! Pero realmente el Ártico, el duro Ártico, los lobos los caribús del norte, el buey almizclero, ¡increíble!. Y esa pieza que se pone en lo mas alto del pedestal, en la cumbre de la pirámide zoológica para mi es el oso, el Oso Polar. No tiene competencia, es el rey en su medio, el mas fuerte, el mejor y mas capaz, todo para desarrollarse en el medio mas hostil que en el Mundo existe. Siempre hambriento, ataca sin provocación previa, en áreas donde la posibilidad de alimentarse es escasísima. Cuando tu vas a cazar el Oso Polar, es mentira, tu no eres e! cazador, es él el que te está cazando a ti. Es difícil de localizar, pero Él te localizará a ti. En la larga noche ártica donde el frío mata, Él es el Espíritu Maligno que alimenta los miedos de los animales y de las gentes. Él es ei Espíritu Maligno que iluminado por la luz de las Auroras Boreales, vaga por los desiertos helados vestido de blanco, como un fantasma solitario. Es el Fantasma de la Noche Ártica, es nada más y nada menos que Nanook